El bigote
Marc decide afeitarse el bigote que lleva años luciendo, para darle una sorpresa a Agnès, su mujer. Cuando aparece ante ella con su nueva imagen, la esposa no parece ver cambio alguno en su cara. No parece percatarse de que su marido se ha afeitado el bigote. Es más, cuando éste le muestra su asombro ante la falta de observación, ella le asegura que él nunca ha llevado bigote. La sorpresa, de repente, ha dejado de tener gracia.
Es aquí donde nuestro protagonista comienza a dudar de todo y de todos, incluso de su fiel mujer que en todo momento se ha puesto a su disposición para ayudarlo a salir de lo que considera, una laguna mental.
Todo un arte es escribir sobre cómo un hombre decide afeitarse el bigote, atraer tu atención desde las primeras palabras y desarrollar una historia kafkiana.
Narrada en primera persona, razón por la cual vamos conociendo todos y cada uno de los pensamientos del protagonista. No parece fácil dar congruencia y lógica a una situación tan absurda, no obstante el autor mantiene la coherencia de los vaivenes mentales de una persona cuyo pensamiento fluctúa como un péndulo de un lado a otro, oscilando entre la locura y la cordura, la razón y la sinrazón.
Durante la lectura, causa un profundo impacto el hecho de no tener una base sólida para decidir quién tiene razón en esta historia, la que se ve apoyada por testimonios de amigos, compañeros e incluso desconocidos sobre la existencia del ya famoso bigote. No puedes ser un espectador pasivo de lo que sucede, entras en la lógica planteada e intentas razonar, cuestionar, encontrar resquicios que inclinen la balanza a un lado u otro.
Una lectura convincente, descabellada y retorcida con algunos momentos en los que se aprecia un sutil sentido del humor.
La construcción del argumento que nos narra el autor transcurre paralelo a los estados de ánimo del personaje: desde el humor hasta la duda, pasando por el horror y, finalmente, algo cercano a la psicopatía.
Una novela no solo original, sino que juega con uno
de los miedos más profundos del ser humano: la pérdida de la identidad.
Emmanuel Carrère (París, 9 de diciembre de 1957) es un director de cine, guionista y escritor francés.
Se le considera uno de los principales autores de la literatura europea contemporánea y un maestro del género de la no ficción.
Su madre es la destacada historiadora Hélène Carrère d'Encausse, especialista en la historia de Rusia y la URSS, a la que estaba vinculada por motivos familiares, ya que sus padres eras emigrantes georgianos. Su infancia y adolescencia transcurrió en París. Se graduó en el Instituto de Estudios Políticos en 1979. Después, viajó como cooperante a Indonesia, donde pasó dos años enseñando francés.
De regreso a Francia, se dedicó al periodismo en diversos medios, al tiempo que publicaba sus primeros libros. En ellos se puede distinguir una doble vertiente. En la primera, destaca la exploración de la biografía de personajes singulares, excéntricos, fuera de la común. Así, podríamos destacar estudio sobre el célebre novelista norteamericano de ciencia-ficción Philip K. Dick. Titulado Yo estoy vivo y vosotros estás muertos. Un viaje en la mente de Philip K. Dick (1993) explora sus ideas metafísicas y su tremenda influencia cultural. El adversario (2000) es una novela acerca de Jean-Claude Romand, un hombre que asesinó a toda su familia y después trató de darse de muerte, cuando el vasto edificio de mentiras que había construido a lo largo de su vida se derrumbó.
En Limonov (2012), en el que nos presenta Eduard Limónov, una especie de versión soviética de Bukowski, un literato marginal que tras vivir como exiliado en Nueva York y París, rondando los márgenes de la delincuencia, participar en las guerras que disolvieron la antiguo Yugoslavia en el bando serbio, se convirtió en el fundador de una disparatada organización política rusa, el Partido Nacional Bolchevique, que oscilaba entre el anarquismo, el nazismo y el comunismo.
La otra vertiente de la obra de Carrère es aquella en la que nos narra de manera novelada diferentes historias o etapas de su vida, de miembros de su familia o de personas cercanas, como sucede en Una novela rusa (2007), De vidas ajenas (2011), El Reino (2015), en la que además mezcla vivencias personales con su particular visión de los orígenes del cristianismo y Yoga (2020), donde narraba una crisis depresiva que le llevó a ser internado y tratado con electroshocks. Este libro suscitó un considerable escándalo, cuando Helène Devynck, su exmujer, y madre de su única hija, Jeanne, lo acusó públicamente de incluirla en el libro en contra de sus deseos, además de ofrecer una versión delirante de los hechos.
En 2021 se le concedió el Premio
Reina Sofía de las Letras
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