La casa alemana
La casa alemana es en
realidad una reflexión sobre la culpa y sobre el perdón, sobre la necesidad de
saber la verdad, sobre el silencio culpable y cómplice de todo un pueblo
incapaz de enfrentarse a unos hechos que muchos quisieron mantener ocultos. Una
novela sobre cómo el sentimiento de culpabilidad puede alcanzar y marcar la
vida de generaciones posteriores.
En 1963 Eva Bruhns es
una joven cuya vida gira en torno a su novio, su trabajo como intérprete y su
familia dueña de un restaurante tradicional llamado “La casa alemana”.
Su vida cambiará radicalmente ya que
en su cuidad, Frankfurt, se celebrará el primer juicio de Auschwitz y la
fiscalía solicita sus servicios como intérprete.
Ni su familia ni su novio están de
acuerdo con que acepte el trabajo, pero a pesar de la oposición de todos decide
aceptar. Es así como descubrirá, con horror, una parte de la historia de su
país sobre la que todos a su alrededor callan. Participará en juicios en el que
observa el miedo y la lucha interna de los testigos al declarar y la desfachatez
con la que los acusados niegan los hechos tratando de ocultar el horror de lo
ocurrido.
Es un libro que está bien
estructurado y en el que la autora logra perfilar y dar carácter a los
personajes. Eva Bruhns, la protagonista, va ganando fuerza y personalidad a
medida que avanza la novela, su novio, Jürgen Schoormann, es un
rico empresario alemán de la venta por catálogos, su hermana, Annegret
Bruhns, es una enfermera que busca de cualquier manera sentirse querida y
necesitada, el matrimonio Bruhns, dueños del restaurante y
portadores de sus secretos del pasado.
Seremos testigos privilegiados de la
ambientación de la sala del Tribunal pues la autora, sin darnos muchos datos ni
explicaciones, logra colocarnos en medio de lo que allí sucede.
El ritmo de la novela es pausado y la
primera parte de la historia está dedicada a presentarnos a Eva y su familia.
Luego, cuando empieza el juicio y a medida que Eva va descubriendo cosas
gana en intensidad
Una historia que va creciendo en
interés y que, sin duda, llega a emocionar sobre todo en las últimas páginas,
en las que encontraremos una de las frases que podría ser el mejor resumen de
toda la novela: “Consuelo. Quieren que les demos consuelo”
Ha trabajado como periodista,
asistente de dirección y guionista. Desde 1998 escribe fundamentalmente para
cine y televisión y es la creadora de exitosas series de televisión. Ha recibido
el premio Grimme y el Premio de la Televisión Alemana.
El salto del cine a la literatura
con La casa alemana, su primera novela, ha encumbrado a Annete
Hess entre los autores de mayor éxito de su país en los últimos años. La novela
se encuentra en proceso de traducción en veinte países, mientras se negocian
los derechos de adaptación cinematográfica y televisiva.
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