Lluvia fina
Gabriel, el hijo menor de una familia cualquiera de Madrid decide convocar a toda la familia a una fiesta por el octagésimo cumpleaños de la madre. Hace mucho que no se juntan todos y llama a sus dos hermanas, Sonia y Andrea, para ofrecerles organizar la fiesta. Esta idea desenterrará el pasado, provocando un cataclismo familiar, el rebrote de los rencores y los enfrentamientos más crudos. Las dos hermanas tendrán una reñida disputa a causa de sus parejas, por el odio y el rencor que sienten hacia su madre y también, en parte, hacia Gabriel.
Aurora, la mujer de Gabriel, se ve transformada
en la confesora no oficial de la familia. Todos acuden a ella y todos se
descargan en ella, para llorar, quejarse, ambicionar, aliviarse de angustias,
de rencores, porque si algo caracteriza a esa familia es el haber guardado el
odio durante mucho tiempo. Es la gran protagonista de esta historia. Una
mujer que sabe escuchar, una mujer con oídos amables.
El autor nos cuenta de familias en
las que los progenitores deciden por los hijos, reparten los recursos
inequitativamente y acaban por condenar a alguno de sus hijos a un futuro no
deseado por ellos. Así sucede con las hermanas de Gabriel, condenadas por las
decisiones de la madre cuando ésta enviuda.
Lluvia fina es una novela que retrata el silencio de las vergüenzas familiares, de ese secretismo cuando algo no va bien, cuando un escándalo o una desgracia llaman a la puerta. Utilizando un narrador en tercera persona, nos describe a todos los componentes de la familia. Podemos revivir un pasado que cada uno percibió de una manera diferente, que cada uno recuerda a su manera.
Una de las grandes
virtudes de esta novela radica en la descripción de cómo la mente humana es
capaz de alterar el recuerdo, de reconstruir el pasado de forma interesada,
levantando una historia mental tan falsa como autocomplaciente, justificando de
ese modo, las propias desgracias.
Escritor y novelista español nacido en Alburquerque (Badajoz) en 1948. Emigró a Madrid en 1960.
Se licenció por la Universidad de Madrid en Filología Hispánica. Fue premio de la Crítica y Nacional en 1990.
La didáctica es otra de sus pasiones y ha sido profesor de Lengua y literatura españolas en un Instituto de Enseñanzas Medias de Madrid y en la Escuela de Arte Dramático, también de Madrid.
Sus libros se han comparado
con la obra cervantina, por su estructura tradicional, en una época en la que
parece que todo debe ser experimentación o ligereza, por el lenguaje elaborado,
por la ironía y cariño con que analiza las fantasías, anhelos e ideales de la
gente de su generación, una mayoría gris y silenciosa a la que se exige el
triunfo mundano como sea.
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