A fuego lento
Una mañana, una vecina que vive en
una de las casas flotantes del Regent’s Canal se encuentra a su vecino, un
joven que vive en una barcaza de alquiler al lado de la suya, asesinado.
Miriam, la vecina, algo impertinente, nos irá ofreciendo datos, memorias y
pistas. Y no solamente ella, también el personaje de Laura, la chica
«problemática» que se había liado con el muerto la noche antes; Irene, la
anciana vecina de la madre del muerto y amiga de Laura; Carla, la tía del
asesinado; y Theo, su exmarido y escritor de éxito.
La autora ha llenado su novela de mujeres que se posicionan en los márgenes y en lo que es socialmente correcto. Personajes extraordinariamente bien perfilados, que no son capaces de gestionar sus emociones apropiadamente y que muchas veces no han superado los traumas del pasado.
Es una historia muy fácil de leer y entretenida, a lo que contribuye su distribución en capítulos cortos y lo bien que se consigue mantener la intriga a lo largo de sus páginas.
Paula Hawkins trabajó
como periodista más de quince años antes de pasarse a la ficción. Nacida y
criada en Zimbabue, se mudó a Londres en 1989 y vive allí desde entonces.
Hawkins estudió en la Universidad de Oxford, tras lo que trabajó varios años
como periodista, tanto para importantes cabeceras, como The Times, como de manera
freelance.
Comenzó a escribir ensayo por
encargo, pero se inició en la narrativa dentro del género de la comedia
romántica, donde no consiguió destacar de manera notable.
Su nombre dio la vuelta al mundo
cuando publicó "La chica del tren" y se consolidó después
con "Escrito en el agua". Durante años sus libros han estado en
las listas de los libros más vendidos de todo el mundo, con más de 27 millones
de ejemplares vendidos en más de 50 países. Paula Hawkins se ha convertido en
uno de los mayores fenómenos editoriales de la última década.
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