Flores de verano
La novela está
compuesta por tres relatos. El primero de ellos es Preludio a la aniquilación, donde el autor nos ofrece un retrato de su familia y su ciudad en los
días previos al ataque. Un
interesante relato de la clase media-alta japonesa y de la estructura familiar,
caracterizada por los privilegios del hermano mayor.
La población vive en un país en
guerra, con privaciones, bombardeos, llamados a filas para ir a la lucha, niños
desplazados al campo para ponerlos a salvo de los bombardeos y sin embargo, Japón está perdiendo la guerra pero los militares,
lejos de rendirse, se radicalizan aún más.
Entre los
civiles, el nerviosismo va en aumento. Nadie sabe qué va a pasar, pero el aroma
de la derrota flota en el aire.
Los aviones
aliados pasan sobre sus cabezas, suenan las alarmas aéreas, pero los bombardeos
no tocan Hiroschima.
Hara critica sin miramientos la ceguera de los militares.
Este relato representa la incertidumbre de una ciudad que hasta
entonces ha salido indemne de los bombardeos, pese a su estratégico valor
militar.
El segundo relato es Flores de verano, es una descripción descarnada del momento de la explosión y los horrores que ocasiona,
una ciudad reducida a cenizas, el olor de la carne quemada, los
gritos de dolor provenientes de los escombros, las horribles quemaduras en los
cuerpos, los rostros deformados por la radiación… Todo esto es más siniestro
cuando cae la noche y miles de moribundos lanzan sus últimos lamentos,
imposible no sentir escalofríos al leerlo.
Una ciudad que ha desaparecido, no
saber que está sucediendo, fuego por doquier, ayudar a quien se pueda y como se
pueda a escapar, porque entre tanto muerto había vivos, había caos.
Finalmente, De las ruinas es una perspectiva más tranquila, aunque igualmente triste,
de la situación de los supervivientes, los Hibakusha, condenados a ser tratados como apestados por
sus propios compatriotas.
El autor nos cuenta distintas historias de víctimas y supervivientes, nos expone los efectos de la radiación hasta entonces desconocidos, cómo los que quedan vivos empiezan a enfermar y no se sabe cómo ni porque.
“Pronto supimos que debía de haber algo en el aire de Hiroshima, algún
tipo de sustancia que hacía que la gente muriera”, nos narra.
Flores de verano es un libro triste y desolador.
El autor nos describe el antes, el durante y el después de la explosión de la bomba atómica de Hiroshima, acaecida el 6 de agosto de 1945.
Tamiki Hara (13 de marzo de 1951) fue un escritor y poeta japonés.
Fue uno de los sobrevivientes de la bomba atómica de Hiroshima y sus obras
pertenecen a la literatura sobre la bomba atómica.
Hara nació en Hiroshima en 1905. Durante los años de la escuela
media, Hara entró en contacto con la literatura rusa y, mientras tanto, comenzó
a escribir poemas. En particular, admiró a los poetas Murō Saisei y Paul
Verlaine.
.Se graduó en el
Departamento de Literatura Inglesa de la Universidad de Keio y comenzó su
carrera como escritor profesional a partir de 1935. La esposa de Hara, Sadae,
cayó enferma en 1939 y murió en 1944.
Una vez dijo sobre ella: "si perdiera a mi esposa, me gustaría
vivir un año más para dejar una colección de poemas tristes y hermosos."
Un año después, justo antes del primer aniversario de la muerte de Sadae, fue
expuesto al bombardeo atómico de Hiroshima mientras estaba en la casa de sus
padres en Motomachi, a unos 1,5 km del hipocentro. Estas dos experiencias
traumáticas se convirtieron en el Centro de su trabajo como escritor. Natsu no
Hana (flores de verano), su obra más conocida, por la que recibió el primer
premio Takitaro Minakami, se completó en agosto de 1946, pero no se publicó
hasta junio del año siguiente. En obras como Natsu no Hana y Chinkonka (1949),
hara describe y relata su experiencia personal con el bombardeo atómico.
También escribió muchos poemas sobre el mismo tema. El último trabajo de Hara,
Shingan No Kuni (1951) puede leerse como una carta antes del suicidio.
Murió por suicidio en Tokio el 13 de marzo de 1951, arrojándose
delante de un tren. Su ya frágil estado mental se vio agravado por el estallido
de la Guerra De Corea, que parecía confirmar su presentimiento sobre un futuro
oscuro.
Un epitafio para Tamiki Hara fue construido originalmente por sus
amigos en el sitio del Castillo de Hiroshima. Pero pronto fue dañado y robado.
Más tarde, fue reconstruido y trasladado a la ubicación actual junto al
Monumento a la paz de Hiroshima. En el monumento está grabado el explícito de
uno de sus poemas: el aniversario de la muerte de Tamiki Hara se llama Kagenki.
Una asociación con el mismo nombre fue fundada en septiembre de 2000, por
algunos entusiastas. La Asociación organizó una exposición con algunas de sus
obras con motivo del cincuentenario de su muerte en 2001.
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