La madre de frankestein

 

La novela está ambientada, casi en su totalidad, en el pabellón del Sagrado Corazón del manicomio de Ciempozuelos, donde una mujer mayor tiene una de las mejores habitaciones del recinto. Culta, inteligente, virtuosa del piano, defensora de la eugenésica y de los derechos de las mujeres, Aurora Rodríguez Carballeira es una asesina paranoica que existió en la vida real. Pasó a la historia por ser la madre de Hildegart Rodríguez, una niña prodigio concebida como experimento científico. Según su madre, debía representar a la mujer del futuro, pero cuando la joven comenzó a alejarse de sus expectativas fue asesinada por ella en 1933, mientras dormía. En la historia se narran sus dos últimos años de vida, luego de más de dos décadas de reclusión debido al crimen cometido y del cual nunca se arrepintió. 

La historia de Aurora nos es narrada a través del psiquiatra Germán Velázquez, quien huyó de España siendo un niño, acogiéndole una familia suiza y dándole una inmejorable formación, y de la auxiliar María Castejón, huérfana y criada por sus abuelos, y que a los cinco años conoció a Aurora, quien le enseñó a leer y a escribir. 

Mediante el personaje del joven psiquiatra, la autora nos muestra los atrasos científicos y la estrechez de mente de la España de la época en comparación con el extranjero. Asimismo, la auxiliar María simboliza la falta de perspectivas y de libertad de las mujeres de la época. 

La madre de Frankenstein es una obra que nos recuerda por un lado la miseria social y política en la que vivía una España confinada, aislada de Europa y del mundo, y por otro lado, la vida de esas mujeres españolas que vivieron sometidas debido a la alianza entre el Estado y la Iglesia católica, que desató sobre ellas una represión íntima mientras trabajaban como mulas a cambio de salarios mínimos y sin derechos de ninguna especie.