La biblioteca de fuego

 


Tina (Agustina Vallejo de Mena) una muchacha adinerada que tan solo conoce su pueblo y sus habitantes, se traslada al convulso Madrid de los años treinta para iniciar sus estudios universitarios y hacer realidad su sueño: convertirse en bibliotecaria. En la facultad conoce a Veva, una joven alegre y fuera de lo común ya que fuma y viste con pantalones y es quien la introduce en el desconocido mundo de los cabarés y los clubes feministas. Juntas, se unirán en una amistad inquebrantable, y ambas descubrirán de mano de Rayo de Luna (otro de los personajes) la Biblioteca Invisible, una antigua sociedad que protege los libros, incluso los que están malditos.

Terminados sus estudios, Tina empezará a trabajar en la Biblioteca Nacional y Veva se trasladará a Sevilla.

Cuando la Guerra Civil estalla, Tina vivirá una historia de amor clandestina mientras sus labores como bibliotecaria se verán interrumpidas. Los bibliotecarios y demás funcionarios se comprometieron a salvaguardar el patrimonio bibliográfico nacional de los incendios, las bombas, el expolio y los saqueadores. Realizaron un minucioso trabajo para enviarlo primero a Valencia, y desde Barcelona a Ginebra, traslado auspiciado por las Naciones Unidas.

La narrativa en primera persona nos introduce al centro de la vida cultural de Madrid y la autora nos cuenta sobre intelectuales de la época como Rafael Alberti, María Teresa León o Federico García Lorca.

La novela es un homenaje a todas esas personas que salvaron el patrimonio histórico y cultural de España durante la guerra civil. Nadie recuerda sus nombres, pero gracias a ellos son expuestos hasta el día de hoy, obras como “Las Meninas” o “El cantar del mío Cid”, entre muchos otros, en el Museo del Prado y la Biblioteca Nacional, respectivamente.

La biblioteca de fuego de María Zaragoza ganó el Premio Azorín de Novela el 2022.

En conclusión, nos relata la historia de aquellos que son capaces de arriesgar sus vidas pensando en los que vienen. La ambientación es magnífica, retrata con precisión los difíciles años treinta en España, los valores, las costumbres y la moral de la sociedad así como la atmósfera de los círculos culturales. Si debo mencionar un pero, éste es el lento ritmo de la narración.


María Zaragoza (Campo de Criptana, 1982). Narradora y guionista, ha publicado una docena de títulos entre novelas, cómics y libros de relatos, por los que ha sido galardonada con los premios Ateneo Joven de Sevilla y Ateneo de Valladolid, entre otros. Además, sus relatos se han incluido en numerosas antologías y publicaciones especializadas.

También se ha adentrado en la literatura infantil y juvenil con Baba Yagá, obra ilustrada por El Rubencio. Fue becaria de la tercera promoción de la Fundación Antonio Gala para jóvenes creadores.

En 2011, el Instituto de la Mujer de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha reconoció su trabajo a favor de la igualdad de género.

Su obra Realidades de humo ha sido adaptada al cine por Joaquín Loustaunau, y en 2019 recibió el XXVII Premio de Guion Radiofónico Margarita Xirgu de RNE por «Un candidato para el fin del mundo».
Actualmente compagina la escritura de guiones de cine con sus labores como tutora de narrativa y dramaturgia en la Fundación Antonio Gala de Córdoba, y es columnista del diario Manchainformación.

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