Nadie en esta tierra


Estamos en Barcelona, en el año 2005 y al inspector jefe Julián Leal le han detectado un cáncer de riñón. Como la enfermedad parece ser terminal y aprovechando que ha sido suspendido al ser acusado de abuso policial, decide ponerse en paz con su pasado y viajar a Galicia, la tierra donde nació y a la que no ha vuelto desde hace treinta años. Un lugar del que guarda un funesto recuerdo pues allí murió su padre en terribles circunstancias.

Se reencuentra con los amigos de la infancia y se da cuenta de que nada le une ni a ellos ni al lugar. Al volver a Barcelona, es acusado del asesinato de Carmen Laín, cometido en Galicia durante su estancia. Ayudado por su compañera Virginia, a quien el inspector quiere proteger del peligro que ambos corren, piensa terminar la investigación que ha comenzado.

Los personajes están muy bien construidos, son individuos un tanto oscuros y atormentados por lo que han tenido que vivir. Julián no se escapa, ya que no sólo está acongojado por su pasado sino también por su incierto futuro en el que tan sólo ve dos caminos: la cárcel o el cementerio.

La historia está narrada en tercera persona y ya en el prólogo, un narrador personaje nos cuenta de sí mismo en primera persona. Durante sus intervenciones le hablará a los demás personajes, no conoceremos su nombre, pero sí sus acciones.

Con un estilo muy cuidado, el autor nos va dando la información poco a poco, alternando entre el presente y el pasado.

En síntesis, una novela con un argumento realmente interesante y original y unos personajes diseñados con gran maestría. Es la primera novela que leo de Víctor Del Arbol y, sin lugar a dudas, lo seguiré.


Víctor del Árbol (Barcelona, 1968) fue Mossos d'Esquadra desde 1992 hasta 2012 y cursó estudios de Historia en la Universidad de Barcelona.

En lo literario, Del Árbol se dio a conocer en 2008, al quedar finalista del Premio Fernando Lara con la novela El abismo de los sueños —todavía inédita—. Posteriormente, recibió el prestigioso Premio Tiflos por la novela La tristeza del samurái, una de sus obras más conocidas.

Traducido a más de diez idiomas, Del Árbol ha recibido también premios fuera de España, siendo ganador de galardones en Francia como el Prix du Polar Européen o el Quercy Noir.

En 2013 publicó Respirar por la herida, a la que siguió en 2014 la que parece su obra más ambiciosa, Un millón de gotas, en la que además de una notable historia criminal une la historia de los españoles en la Unión Soviética bajo el dominio de Stalin. En 2015 resultó ganador del Premio Nadal por La víspera de casi todo.

En 2018 Del Árbol fue nombrado Caballero de las Letras y las Artes de la Academia Francesa, convirtiéndolo así en el segundo español, después de Arturo Pérez-Reverte, en recibir esta distinción.


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