Mala sangre
Nos cuenta la historia de Elizabeth Holmes, una
impostora que realizó un gran fraude corporativo y engañó a varios hombres
poderosos. La novela se basa en entrevistas con más de 150 personas.
Elizabeth fue aceptada en Stanford en 2002 donde decidió estudiar
Ingeniería Química, una elección pensada por una persona talentosa, interesada
en la informática y la ciencia, y que quería convertirse en emprendedora y
multimillonaria en breve plazo.
Al segundo año abandonó los estudios y presentó una solicitud de
patente para un adhesivo que sería colocado en el brazo y que podría
diagnosticar y tratar diferentes enfermedades. Consigue engañar a
experimentados gobernantes, militares de alto rango y expertos inversores de
riesgo para que invirtieran en su start up Theranos y
se integraran a su directorio.
Finalmente, la idea del adhesivo se descartó por completo y se
diseñó una pequeña máquina (Edison) que revolucionaría la industria médica: un
nuevo producto similar a los dispositivos que miden los niveles de glucosa en
sangre. La intención era que el dispositivo fuese portátil y que pudiese
realizar numerosos análisis con una gota de sangre.
El dispositivo y los cartridge serían entregados a los pacientes
quienes se pincharían un dedo y el lector enviaría los resultados directamente
a los médicos.
Los medios mostraron a Elizabeth Holmes como la Steve Jobs
femenina, la nueva niña bonita y mimada de Silicon Valley.
Theranos llegó a tener 800 empleados y generó una violenta cultura
empresarial con el objeto de ocultar un gran secreto, el dispositivo no funcionaba.
Elizabeth Holmes actuaba como una celebridad mientras
el ambiente en la empresa era irrespirable porque la tecnología estaba a años
luz de funcionar.
En síntesis, es una magnífica obra de periodismo de investigación y de rigor en la búsqueda de la verdad, aunque también es una devastadora radiografía del huracán inversor y los feroces secretos tecnológicos que rodean al pequeño universo de Silicon Valley.
John Carreyrou es un periodista franco-estadounidense que trabaja para The Wall
Street Journal desde 1999, desde distintas ciudades como Bruselas, París y
Nueva York, y que ha ganado el Premio Pulitzer dos veces. En 2008 fue nombrado
jefe de la Oficina de Salud y Ciencia en Nueva York.
Junto a un equipo del Journal, Carreyrou ganó el Pulitzer en 2003
por una serie de historias que expusieron varios escándalos corporativos en
Estados Unidos. Ese mismo año ganó el Premio Junior Peter R. Weitz del German
Marshall Fund por su excelencia en la información sobre asuntos europeos y por
su cobertura de la caída de Vivendi Universal SA y su presidente, Jean-Marie
Messier.
En 2004 obtuvo el Premio Senior Peter R. Weitz del German Marshall
Fund y en 2015 ganó por segunda vez el Premio Pulitzer y el Premio Gerald Loeb
de Investigación, de nuevo junto a un equipo de reporteros del Journal por
Medicare Unmasked, un proyecto que obligó al Gobierno estadounidense a divulgar
importantes datos de Medicare que se habían mantenido en secreto durante
décadas, y que revelaban numerosos abusos que costaron miles de millones a los
contribuyentes.
En 2016 ganó el Premio George Polk de periodismo en la categoría de
Información Financiera de 2015, y el Premio Gerald Loeb en Periodismo de
Investigación.
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