La Ignorancia
En el aeropuerto de
París, Irena cree reconocer en Josef a un
viejo amigo que la había cortejado de joven y decide saludarlo. Josef, que no
recuerda nada, para no desilusionarla acepta verla en Praga.
Ambos regresan a su
Praga natal tras una ausencia de muchos años; regresan por un breve tiempo para
visitar a los familiares que ya no necesitan para vivir.
No pretenden
reanudar su vida checa, ya claramente perdida, no hay nostalgia en su vuelta,
sólo una voluntad de cumplir con lo que vagamente consideran un deber. Con la
desaparición del comunismo en Europa, particularmente la caída del muro de
Berlín en 1989, parece natural volver a la tierra nativa. ¿Cómo no volver
después de la caída del comunismo, ahora que nadie se los impide?
Al pasar algunos
días en Praga, los dos sienten que aunque hablan el mismo idioma, no los
entienden, no comparten su estilo de vida, sus opiniones y su modo de pensar.
Se ha levantado un muro de ignorancia y desarraigo entre los exiliados y la
población checa que pretende ignorar el tiempo que han estado alejados, como si
ese tiempo no hubiera existido. Los reciben con los brazos abiertos, pero al
mismo tiempo les niegan toda posibilidad de mostrar en qué se han convertido.
Utilizando como
constante referencia el mito de Ulises, el autor nos muestra cómo el emigrante
a veces no siente nostalgia ni desea regresar a lo que ha dejado atrás. Y más
aún,
en muchas ocasiones
el feliz regreso se convierte en la prueba de que no se
pertenece a ningún lugar, de que el nuevo hogar nunca será del todo un hogar y
de que el antiguo ha cambiado tanto que ya no nos pertenece.
Esta historia trata
sobre la ignorancia que acompaña al dolor que siente quien ha dejado su país
largo tiempo y, al volver, no lo reconoce ni se siente reconocido por él.
Es la pérdida de la identidad del emigrado que descubre que la tierra donde nació no significa ya nada para él, tan solo son recuerdos inconexos que permanecen en su memoria.
Como bien nos señala el autor, el título de la novela no es “la nostalgia”, pues la nostalgia es “el sufrimiento causado por el deseo incumplido de regresar”
Autor checo, Milan
Kundera nació en Brno el 1 de abril de 1929, falleciendo el 12 de
julio de 2023 en París. A lo largo de su trayectoria escribió novela, cuento,
ensayo y poesía.
Kundera cursó
estudios de Literatura y Estética en la Universidad Carolina de Praga, aunque
acabó por estudiar Cinematografía en la Academia de Praga. Durante este tiempo
fue muy activo políticamente, formando parte del Partido Comunista Checo, con
el que mantuvo una tensa relación, siendo expulsado y readmitido en varias
ocasiones hasta su marcha definitiva en 1970.
Fue profesor durante
varios años en el Instituto de Estudios Cinematográficos de Praga, pero tras la
Primavera de Praga decidió exiliarse en Francia, donde llegó a ejercer la
docencia en Rennes y más tarde en l'École des Hautes Études de París. Tras ser
despojado de la nacionalidad checa por parte del gobierno comunista, Kundera se
nacionalizó francés en 1981.
En lo literario es
considerado como uno de los grandes autores del siglo XX, destacando no solo
por sus novelas sino también por su producción dedicada al ensayo, la poesía y
el teatro. Buena prueba de esto es la cantidad de premios que recibió a lo
largo de su carrera, como el Médicis, el Herder o el Cino del Duca. Fue un candidato
habitual para obtener el Premio Nobel de Literatura.
De entre su obra
habría que destacar algunos títulos tan conocidos como La insoportable
levedad del ser —cuya adaptación al cine obtuvo el aplauso de la
crítica—, El libro de la risa y el olvido o La broma, entre
muchos otros.
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