Mujer de barro

 



Debes estar preparada”, dijo la mujer. Con estas palabras comienza Mujer de barro y son las mismas que acompañan al personaje principal durante gran parte de la novela.

 

La autora nos presenta dos narraciones paralelas de la protagonista principal, Meredith Ruth Neukirchen, su niñez y su adultez.

 

Conoceremos la historia de una niña abandonada por su madre en el barro y providencialmente salvada. Esta experiencia marcará su vida, condicionando todas sus relaciones profesionales y afectivas posteriores. El relato de las experiencias de la protagonista en su niñez se combina hábilmente con el de su vida adulta como M. R. Neukirchen. 

 

Ha llegado a ser rectora de una de las más prestigiosas instituciones académicas del país en 2003, dejando atrás una pacífica existencia junto a sus padres adoptivos. Sin embargo, nos transmite algo de angustia ante la necesidad de estar siempre preparada para ofrecer la imagen, la palabra y la ideología perfectas.

 

Lo que se supone un gran logro personal y profesional se vuelve pronto en una auténtica pesadilla. La protagonista no tarda en descubrir que no es más que una marioneta sometida a los intereses económicos y políticos que dirigen realmente la universidad.

 

Joyce Carol Oates nos muestra una inquietante visión sobre la realidad académica norteamericana y en su relato introduce muchas referencias a la errónea intervención estadounidense en Irak en 2003. Asimismo, aprovecha de mostrarnos la complejidad de las relaciones interpersonales, la infravaloración de la mujer en puestos directivos (tanto en el sector público como en el privado) y la huella de la soledad voluntaria.

 

Vencida física y mentalmente, M. R. Neukirchen ha de volver a nacer del barro para asumir sus derrotas y construir una vida propia. 




Joyce Carol Oates nació en Lockport, Nueva York, en 1938 y es una de las grandes figuras de la literatura contemporánea estadounidense. 

 

Es autora de más de medio centenar de novelas, más de cuatrocientos relatos breves, más de una docena de libros de no ficción, once libros de poesía y nueve obras de teatro en sus más de cinco décadas de trabajo. 

 

Ha sido galardonada con numerosos premios, como el National Book Award, el PEN/Malamud Award, el Prix Fémina Étranger y, en España, con el Premio BBK Ja! Bilbao por el «modernísimo humor negro de su obra» y el Premio Pepe Carvalho 2021. En 2010 recibió la National Humanities Medal, el más alto galardón civil del gobierno estadounidense en el campo de las humanidades y, en 2012, el Premio Stone de la Oregon State University por su carrera literaria. 

 

Alfaguara inició en 2008 la publicación de su obra con la magistral novela La hija del sepulturero, a la que han seguido Mamá, Infiel, Ave del paraíso, Memorias de una viuda, Una hermosa doncella, Blonde, Hermana mía, mi amor, Mujer de barro, Carthage, Mágico, sombrío, impenetrable, Rey de Picas. Una novela de suspense, Un libro de mártires americanos, Riesgos de los viajes en el tiempo, Delatora, Babysitter y, ahora, Noche. Sueño. Muerte. Las estrellas.



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