La pista de hielo
La historia se desarrolla en el pueblo de Z y está narrada en
primera persona por tres diferentes personajes.
Gaspar Heredia, Remo
Morán y Enric Rosquelles presentan desde su perspectiva, un relato más bien
confesional donde aparecen pistas que gradualmente irán revelando el sentido de
la historia.
Enric es un político
egocéntrico y mal humorado que forma parte del gabinete gubernamental del
pueblo. Se desenvuelve en un ambiente de corrupción e ilegalidad, abusa
continuamente de su poder y la mayor parte del tiempo tiene una actitud
negativa y agresiva. Está profundamente enamorado y este amor logra controlar
sus estados de ira, transformándolo en un ser vulnerable e inseguro.
Remo de nacionalidad
chilena, es un poeta y novelista que ha tenido suerte llevando diversos
negocios en la Costa Brava, intenta salir adelante después de un complicado
divorcio. Tiene una especie de relación amorosa basada más que nada en
encuentros sexuales ocasionales. Emplea por una temporada a su viejo amigo
mexicano Gaspar para cuidar del camping entre mayo y septiembre.
Gaspar es empleado
de un camping donde desempeña distintas funciones. Es un hombre justo y
honesto, amable y humanitario. Se diferencia de los otros dos personajes por
tener una actitud más positiva y un estilo de vida más relajado. Es un hombre
desinteresado y prudente, muy astuto y leal.
Las tres historias
se unen por medio de un personaje secundario, Nuria Martí. Ella es una
patinadora profesional hermosa, disciplinada y agradable. Una mujer inteligente
que conoce sus habilidades y limitaciones y saca provecho de ellas.
Inicialmente, parece
ser una “novela negra” donde se cuentan los pormenores de un asesinato que tiene
lugar en el interior de una misteriosa pista de hielo. Sin embargo, conforme
avanza la lectura nos queda claro que la intención del autor va más allá de los
conceptos de bien y mal, culpable e inocente, establecidos para el género.
La novela está
recargada de una atmósfera de marginalidad, de vidas al límite. Sus
protagonistas se desenvuelven como pueden, siendo muchas veces menospreciados.
Cuando uno de ellos logra progresar a costa de esfuerzo y trabajo, sigue siendo
considerado “ciudadano de segunda” y, por lo tanto,
convive constantemente con la pobreza y la mendicidad.
En síntesis, es un
testimonio sobre el destino que enfrentan las personas exiliadas de cualquier
lugar, se abren camino en medio de la persecución, la exclusión, la xenofobia,
el desprecio y la ausencia del Estado; no importa el tipo de gobierno, para ellos
sólo hay sufrimiento y exclusión.
Roberto Bolaño
Ávalos nació en
Santiago de Chile el 28 de abril de 1953 y falleció en Barcelona el 14 de julio
2003. Fue un escritor chileno que tras su muerte se convirtió en uno de los
escritores más influyentes de la literatura en lengua castellana, siendo tres
de sus obras consideradas, por escritores y críticos, dentro de los primeros 15
puestos de los mejores libros de los últimos 25 años.
Bolaño pasó la mayor parte de su infancia en distintas ciudades de
Chile y posteriormente, se mudó a México con su familia. Su relación con sus
padres era un tanto inestable y en el colegio sufrió dislexia, aunque aseguraba
que no le afectaba a la hora de estudiar. México y sus vivencias allí quedan
reflejados en varias de sus obras. Dejó la escuela secundaria y se dedicó a
leer de forma voraz, sobre todo thrillers y literatura mexicana. Mientras
escribía sus primeras poesías y obras de teatro trabajaba en diferentes
oficios.
En 1973 regresó a
Chile, donde fue arrestado ocho días durante el golpe de estado. De vuelta a
México trabajó con las vanguardias poéticas en un proceso de maduración
literaria que fue llevándolo, poco a poco, a la narrativa.
Bolaño junto con su gran amigo Mario Santiago Papasquiaro y otros dieciocho poetas, fundan el movimiento poético
infrarrealismo.
A finales de los
años 70 viaja a Europa hasta establecerse definitivamente en España, tras
realizar todo tipo de trabajos mientras participaba en concursos literarios. Es
en 1984 cuando gana su primer premio, el Félix Urabayen por La senda de los elefantes. En 1985 se casó con Carolina López, a quien conoció en Gerona. Se
establecieron en Blanes y tuvieron dos hijos.
A partir del
diagnóstico de una grave enfermedad en 1992, Bolaño se lanza a
escribir lo máximo posible, y con Los detectives salvajes (1998) —una de sus obras más celebradas— recibió el Premio Herralde y también el Rómulo Gallegos, un espaldarazo definitivo a su carrera.
Su obra final, 2666, fue escrita
mientras a Bolaño le quedaba cada vez menos tiempo de vida. La obra fue
publicada en 2004 de forma póstuma. Tuvo grandes amigos del mundo literario
como Javier Cercas, Jorge Volpi… que aún tras su muerte le recuerdan como un hombre carismático y
uno de los líderes de la literatura contemporánea.
Tras su muerte la
producción de Bolaño ha sido estudiada en profundidad y ha recibido el elogio
unánime de la crítica, tanto en el mundo hispano como en el angloparlante.
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