Valentino

 

Valentino es miembro de una familia humilde, un chico de buen parecer, con fama de seductor y que estudia medicina. El padre apuesta todas sus ilusiones en él, convencido de que se convertiría en un gran hombre. Valentino se aprovecha de su situación de privilegio y queda exento de contribuir con trabajo al bienestar de la familia. Solo debe estudiar y convertirse en médico.

 

Contra todo pronóstico, Valentino anuncia que se casa con una mujer diez años mayor, que se desenvuelve con gran seguridad y habla con el tono de quien está acostumbrada a dar órdenes. Además, tiene muchísimo dinero.

 

Sin embargo, Valentino es un vago y un inútil que se queda en cama mientras ella madruga para ir a trabajar.

 

La autora, con enorme maestría, nos revela de forma muy sutil y elegante, el misterio que está encerrado en el corazón de la novela. 

 

Ginzburg nos presenta sus personajes con mucha profundidad y autenticidad, los expone sin hacer juicios morales sobre ellos, los deja ser, con sus defectos y sus virtudes.

 

Ginzburg nos muestra, por un lado, la Italia de los años sesenta, con la economía de postguerra y el rigor de las tradiciones. En el otro extremo nos relata una historia simple y común, que se lee de un tirón y que al cerrar el libro descubrimos que nos ha contado todo un mundo.

 

En síntesis, una verdadera obra maestra relatada en muy pocas páginas.