Una semana en la nieve

 

Nicolás, un niño de aproximadamente ocho años, tímido y poco integrado en el grupo, va a pasar unos días con sus compañeros del colegio aprendiendo a esquiar. Desde el comienzo se manifiesta una diferencia pues su padre se empeña en llevarlo él mismo a la nieve, en lugar de enviarlo allí en autobús junto con su clase. Al irse olvida dejarle el bolso con su ropa y útiles de aseo. De este modo comienza la experiencia de Nicolás, una desastrosa experiencia que nunca

olvidará. 

 

Para Nicolás nada es claro, lo que no se dice en el núcleo familiar, los largos silencios, la falta de comunicación, lo que se oculta es lo que más teme. Intuye una realidad aterradora, y enfrentarse a ella es desesperante. Por tanto, siente que su presencia en el albergue está sometida a múltiples amenazas de las que debe protegerse y finge una enfermedad que lo aísla de la vida en común. 

 

Tiene delirantes pesadillas, perfectamente pensadas y detalladas y crea una historia de ficción que lamentablemente para él, termina siendo realidad. 

 

Es una breve novela narrada con gran pericia y calidad, propio de Carrère. El autor nos demuestra poseer una especial sensibilidad para retratar el mundo imaginario de los niños y sus profundas heridas.

 

En conclusión, es una historia que transmite mucha inquietud, va aumentando en intensidad mientras se avanza y se conocen más detalles. Una novela corta, pero profunda; Carrère no necesita más para narrar lo que quiere contar.