Los años de espera



Una historia escrita a mediados del siglo XIX  y ambientada en Japón. Tomo, la protagonista principal, está casada con Yukitomo Shirakawa, un hombre respetado públicamente y que ocupa un alto cargo en el gobierno. Es un hombre  autoritario, egoísta y mujeriego y aunque es tolerado, le han aconsejado que se busque una concubina. Es así como decide confiarle a su esposa la tarea de encontrar una amante adecuada, muy joven y preferiblemente virgen.


Tomo es el gran pilar del hogar, se encarga de la gestión de los bienes y el bienestar del resto de los miembros de la familia, aunque nadie lo aprecia, ni agradece. Como vive

en una sociedad donde la mujer es educada para respetar y satisfacer a su hombre, ella cumple la misión encomendada aunque eso la humilla. 


El relato nos muestra cómo se desarrolla la familia a lo largo de unos treinta años, conocemos un gran número de parejas, hijos, nietos, criadas y concubinas. En el centro de todo está Tomo, quien haciendo honor a las creencias inculcadas durante su educación tradicional, se niega a eludir su deber hacia su esposo y su familia.


La novela está narrada en tercera persona, en un estilo sencillo y ameno, con personajes conmovedores y de gran complejidad. La autora 

captura con belleza el terrible drama interno de las concubinas: la angustia de una vida sujeta a los caprichos de un hombre moralmente irresponsable y la sensación de tener las manos atadas con sus sueños y deseos rotos.


En conclusión, es una obra que encierra una profunda crítica social del Japón de finales del siglo XIX.



Fumiko Enchi es una autora japonesa nacida cerca de Tokio en 1905 y fallecida en 1986. Hija de un reconocido filólogo y lingüista de la universidad de su ciudad natal, Fumiko Enchi se caracterizó durante su infancia por poseer una delicada salud. De este modo, su educación fue instruida por profesores particulares que iban a su casa a dar clases de literatura inglesa, francesa y china. Su abuela materna le enseñó los clásicos japoneses. Así, a los trece años ya leía a Óscar Wilde, Edgar Allan Poe y otros importantes autores japonenes. 


Su carrera literaria comenzó en 1926, escribiendo obras de teatro que tuvieron éxito. Sin embargo, su paso al género novelístico no fue dulce, pues sus novelas no obtuvieron la popularidad que buscaba y le era difícil poderlas publicar. 


Su salud se complicó y salió victoriosa de una batalla contra el cáncer en la década de los cuarenta. Por aquella época, dejó de escribir, sin embargo retomó su actividad unos años más tarde escribiendo, entre otras, 'Los años de espera', que recibió el premio Noma.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La chica que escapó de Auschwitz

En el café de la juventud perdida

El buzón de las impuras